lunes, 6 de septiembre de 2010

como puedes evitsr el ruido

Los ruidos que experimentamos se dan debido a la posición que se escoge para tener relaciones sexuales, por la conformación de la anatomía de la vagina y también, por el entrar y salir del miembro masculino. Así, cuando este se retira por completo y se vuelve a introducir de manera rápida o brusca entra aire dentro de la cavidad vaginal, por lo que por defecto este vacío produce un desplazamiento de aire. Cuando nuevamente el pene vuelve a ser introducido con fuerza, este aire alojado en la matriz se ve forzado a ser expulsado de cualquier manera ya que tiene un pene que se lo impide (pensemos que tiene como un tampón). De este modo, el ruido aparece haciendo sonidos muy parecidos a los de la flatulencia y que podrían ser incómodos para quienes no entienden este proceso. Sin embargo, esto no es para preocuparse, ni para sentirse incómoda, en realidad, también lo podrías ver como una variante divertida dentro de la sesión sexual que tengas con tu pareja.


¿Qué hacer si incomodan mucho?


Si piensas que esto no es de tu gusto y que tu pareja o tú misma, sienten incomodidad frente a estos ruidos, pues entonces cambia la forma de la penetración. Esto quiere decir que cada vez que tu pareja te penetre no debe retirar por completo su falo como tampoco debe hacerlo con tanta fuerza, así no entrará aire que luego se pueda expulsar haciendo tales ruidos.

De otro lado, también podrías probar con otra postura si es que esa en particular es la que produce la trompetilla vaginal.

QUE ES LA ESCUCHA:
Oír no es un acto voluntario, los sonidos llegan a nuestros oídos aunque no hagamos nada para que ocurra. Escuchar en cambio es el acto voluntario mediante el cual prestamos atención a los sonidos que percibimos. Se puede oír sin escuchar pero, para escuchar, primero hay que oír.
Pero vamos a ir un paso más allá. Si nuestro objetivo es mejorar nuestra comunicación, debemos aprender a poner en práctica la escucha activa. Esto es: escuchar bien, con atención y cuidado, tratando de comprender lo que nos dice nuestro interlocutor.
Escuchar activamente supone estar psicológicamente presentes. Ser conscientes de lo que nos dicen y demostrar a nuestro interlocutor que recibimos su mensaje. Parece que escuchamos pero en realidad casi siempre estamos ocupados pensando en qué le contestaremos al otro cuando acabe su turno de palabra. Vamos unos pasos por delante preparando nuestro propio argumento.


Por qué es importante escuchar activamente?
• Porque, si sabemos escuchar, los demás sentirán la confianza necesaria para ser sinceros con nosotros.
• Porque la persona que nos habla se siente valorada.
• Porque escuchar tiene efectos tranquilizantes y facilita que se eliminen tensiones.
• Porque favorece una relación positiva con nuestro interlocutor.
• Porque permite llegar al fondo de los problemas.
• Porque provocamos respeto hacia nosotros en quien nos habla.
• Porque es una recompensa para nuestro interlocutor.




Cómo se practica la escucha activa?
A través de la observación:
Cuanta más información podamos obtener de nuestro interlocutor, mejor. Para ello debemos estar atentos a sus expresiones, a los sentimientos que expresa, a los gestos y a las señales que nos emite para indicarnos que nos cede el turno de palabra.
A través de la expresión:

Nuestro interlocutor debe captar por nuestra actitud que le estamos prestando atención. Es importante mantener el contacto visual y asentir con movimientos de cabeza. También debemos acompañar nuestros gestos con expresiones verbales: “claro, entiendo”, “ya veo”, “ah-ah”…


En situaciones difíciles…


La escucha activa está especialmente indicada cuando debemos afrontar situaciones difíciles. Por ejemplo, cuando nos encontramos ante un interlocutor agresivo, cuando prevemos enfrentamientos o cuando hay muchas interrupciones.

Podemos evitar situaciones conflictivas si conseguimos anticiparlas. Para ello debemos identificar y anotar las personas y las circunstancias en las que posiblemente tendremos dificultades. Debemos anticipar los gestos, las palabras y los sentimientos de nuestro interlocutor y entrenarnos en el control de nuestro impulso de responder para que, cuando llegue el momento, nos podamos mantener atentos y poner en práctica la escucha activa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario